Dos vecinos de los edificios 1644 y 1646 que resultaron derrumbados a causa de la explosión en East Harlem confirmaron que el lugar despedía un fuerte olor a gas en los últimos días.“Ayer mismo (el martes) fui a comprar pescado enfrente y olía mucho a gas en el bajo del edificio, como si fuera un escape”, dijo Ramón Santana, que vive en la 115 y Lexington.