Lo menos que algunos pudieran desear sería subir a la nueva torre del World Trade Center a las 3:00 de la madrugada y desde allí lanzarse al vacío, auxiliados por un paracaídas. Sin embargo, para aquéllos que tienen la capacidad de separar el nuevo lugar de la tragedia allí ocurrida en el 2001, la hoy llamada Torre de la Libertad es el escenario perfecto para vivir una aventura “prohibida” en el corazón de Manhattan.Entre estos últimos se encuentran cuatro paracaidistas con vasta experiencia, tres de los cuales subieron a la torre el pasado 30 de septiembre para descender 1,300 pies de la forma que más les gusta.