Barbara Lieberman, una abogada del condado en Atlantic, en Nueva Jersey, junto a otras tres mujeres, utilizó sus conocimientos legales para robar más de $20 millones a 10 ancianos, dinero que luego utilizaban para gastos personales.Según informó ayer el fiscal general interino del estado, John J. Hoffman, el grupo ofrecía a las víctimas cuidado no-médico y asistencia, incluyendo servicios legales y financieros.