Nueva York — Pese a su apariencia atractiva, la puertorriqueña Beverly Ann Brignoni (28) anhelaba lucir más delgada. Esa ilusión la condujo a una repentina muerte luego de someterse a una lipoescultura en la clínica Vista de Jardín, en Santo Domingo. “Perdí a mi hija, a mi única hija”, dijo sollozando su madre Raquel Pagán, en la sala de espera de la Funeraria Ortiz en el Sur de El Bronx.