NUEVA YORK — Casi un año y medio después de Sandy, la vivienda del puertorriqueño Edwin Cosme en Coney Island, situada a solo una cuadra del mar, continúa prácticamente en el mismo lamentable estado en el que la dejó el paso del huracán: paredes desconchadas, suelos desnivelados y acumulaciones de moho se extienden por doquier."No he hecho casi reparaciones porque sé que las que haga por mi cuenta luego no me las van a pagar", dijo Cosme, de 53 años de edad.