WASHINGTON (AP) — Puede que sea un problema único de Washington, pero es una cuestión muy real que afecta a la calidad de vida de vecinos y políticos locales: la capital de Estados Unidos está salpicada de edificios diplomáticos abandonados y sin mantenimiento, como antiguas embajadas, consulados y residencias de embajadores. Todos estos edificios disfrutan de estatus diplomático del Departamento de Estado, de modo que no pagan impuestos y el gobierno municipal no puede tocarlos.