El letrero grande de La Nueva Esperanza aparece al frente de los dos locales contiguos que ocupa la organización comunitaria. Un tercer local no tiene nombre y allí funciona una cocina, una de las principales misiones del centro. Hay que acercarse a la puerta para darse una idea de la naturaleza del lugar: un centro de ayuda a los portadores del virus del VIH y a los enfermos del SIDA.