NUEVA YORK — El reciente caso del triple asesinato en Jamaica, Queens, pudo haberse evitado si la Policía hubiese traducido una denuncia que la víctima había escrito en español. El mismo ha puesto de relieve algunas de las lagunas de la legislación de la ciudad en esta materia.A pesar de las reglamentaciones que obligan a todas las agencias públicas de Nueva York a brindar servicios gratuitos de traducción a personas con limitado o nulo conocimiento del inglés, todavía existen serias omisiones y dificultades de implementación que en algunos casos han llevado a resultados trágicos.En 2008, el alcalde Michael Bloomberg firmó la orden ejecutiva 120, que exige a las oficinas municipales —incluida la Policía— proveer dichos servicios.