La confiscación civil es la facultad que tiene la Policía de requisar dinero y bienes materiales cuando lleva a cabo un arresto. Está práctica está regulada en Nueva York por una ley que tiene más de 100 años, y su aplicación es tan arbitraria y confusa que en muchas ocasiones es imposible para los afectados recuperar lo confiscado, incluso cuando son hallados inocentes, según denuncia el concejal de El Bronx Ritchie Torres.Torres, que pide a la Ciudad reexaminar este mecanismo para asegurar su transparencia, recrimina además que afecta especialmente a la población hispana y de habla no inglesa, ya que las instrucciones que se entregan para recobrar las pertenencias no están traducidas.