El espíritu navideño llegó a Los Ángeles ayer cuando Santa Claus se subió a una Harley-Davidson, junto a cientos de motociclistas, y se fue a repartir juguetes a Skid Row.Motos Harley-Davidson de todos los colores y modelos, con ositos de peluche, muñecas Barbies, y otros juguetes atados en el asiento de atrás se reunieron por la mañana en Glendale antes de salir en caravana hacia el centro de Los Ángeles.En las calles del centro los esperaban miles de niños y sus familias.