NUEVA YORK — Aunque Rosalín Vázquez (38) no se arrepiente el haber dejado sus estudios y su vida laboral, por cuidar a su hijo, sí le hubiera gustado tener la oportunidad de alternar su maternidad con el trabajo. "No es fácil trabajar ganando el salario mínimo y pagar una niñera", dijo Vázquez, oriunda de República Dominicana, quien llegó a vivir a El Bronx a los 18 años.