El apoyo a la huelga cobró impulso con marchas en Cisjordania y una campaña en redes sociales que mostró a celebridades del mundo árabe bebiendo agua con sal como muestra de solidaridad. La protesta volvió a colocar al organizador, Marwan Barghouti, también encarcelado, en el centro de atención y aumentó sus opciones para ocupar el liderazgo nacional.