NUEVA YORK – Terrence Pendergrass (49), un veterano del Departamento de Correcciones, enfrenta una sentencia máxima de 10 años de cárcel, luego de ser acusado de privación de los derechos de un detenido que murió tras haber tragado una bola de jabón, en la cárcel de Rikers Island.El hecho ocurrió el 18 de agosto de 2012, cuando un novato oficial penitenciario le dio a la víctima, identificada como Jason Echevarría (25), una bola de jabón para limpiar la celda, ignorando las directrices de la cárcel, que obliga que el producto sea diluido en agua antes de suministrarlo a los internos.Echevarría se tragó el jabón, y pese a repetidas quejas que le hicieron sus subalternos a Pendergrass, éste respondió que sólo lo llamaran “si necesitaban ayuda para quitar a un preso de una celda o si había un cadáver”, según consta en la acusación.